Es increíble el solo hecho de saber que una tercera parte de nuestra vida, la vivimos en el mundo de los sueños.
Pero…¿hemos pensado intencionalmente lo que sucede cuando comenzamos a soñar?
El ser humano duerme en promedio unas 8 horas diarias, esti concluye que tan solo 16 horas de nuestro día son dedicadas a la vigilia consciente, mientras que el resto del tiempo estamos en estado subconsciente a través del sueño. Este aprovecha el cuerpo para descansar y poder conservar la salud corporal y el equilibrio mental. No obstante, a pesar de estar dormido, nuestro cuerpo continúa en funciones primordiales como la respiración, circulación sanguínea, ritmo cardíaco, flujo cerebral, etc. Es decir, pura actividad física y vital para seguir funcionando y así despertar al siguiente día.
El ritmo del sueño en torno al zodiaco mantiene un ciclo repetitivo y estamos regidos por ello al igual que todos los seres del Universo. A través de la historia algunos acontecimientos importantes de la humanidad han tenido que ver con los sueños y su interpretación; los antiguos chinos, egipcios, hebreos, sirios, hindúes, aztecas, mayas, romanos, tribus africanas, y otras muchas civilizaciones dieron gran importancia a los sueños, lo relacionaban con el porvenir del futuro y trataban de encontrar «mensajes ocultos» a través de estos. La misma Biblia con mucha frecuencia refiere a «sueños, visiones y revelaciones proféticas» en el antiguo testamento.
¿Cómo interpretamos nuestros sueños?
En el siglo pasado, la ciencia intentó indagar dentro del misterio de los sueños tal como lo documentan los escritos del famoso psicoanalista Sigmund Freud (1856-1939), el cual consideraba que los sueños eran una materialización disfrazada de deseos sofocados y reprimidos. El propio Freud, insistía en que «los sueños revelan los secretos escondidos de la mente de las personas» según su conocida obra: «La interpretación de los sueños». Aunque por su tiempo fue incomprendido y hasta rechazado por su afirmación de que los sueños tenían un origen y simbolismo sexual. No obstante, su discípulo, el especialista Carl Jung, (1875-1961) no relacionaba las interpretaciones de la misma forma que su maestro Freud.
Los sueños son experimentados generalmente durante las horas de la madrugada y podemos recordarlos si nos forzamos en hacerlo, estos son también los llamados «mensajes del subconsciente» y son utilizados para las «interpretaciones» del sueño. Por tanto los psicólogos o los psicoastrólogos podrían hacer terapias basándose en los sueños y las influencias que estos tienen en nosotros.
Nuestro inconsciente es un profundo mar de misterios, en el que incluso los más sofisticados especialístas no han podido navegar del todo.
El mismo «Viaje Astral», experiencia en donde el alma suele desprenderse del cuerpo durante la noche, logrando así atravesar cualquier barrera de espacio y tiempo, es hasta hoy en día uno de los misterios más fascinantes para la ciencia misma, y para todo el inmenso mundo esotérico.
