A lo largo de la historia del mundo numerosas personas han asegurado poseer poderes telepáticos, existiendo tanto defensores como detractores de la telepatía. La Real Academia Española define a la telepatía como la transmisión de contenidos psíquicos entre personas, sin intervención de agentes físicos conocidos.
Actualmente la ciencia se encuentra dividida entre quienes niegan rotundamente su existencia tildando a quienes tratan el tema de pseudocientíficos, y quienes abren un poco más su mente y consideran la posibilidad de comunicación entre dos seres, más allá de las palabras y los gestos. La primera investigación relacionada con la telepatía fue en 1886 mediante la obra “Fantasmas de los Vivos”, y hoy día existen investigaciones científicas que aseguran que la telepatía es posible mediante el uso de la tecnología disponible. Con tan solo un equipo de electroencefalografía, investigadores de la Universidad de Washington aseguran que el fenómeno de la transmisión de pensamientos de un individuo a otro es posible. Estos experimentos han demostrado que al menos en el 72% de los casos, las personas fueron capaces de transmitir sus ideas sin mediar palabras.
Ciertos descubrimientos realizados años atrás contemplan el hecho de que el ser humano utiliza sólo alrededor del 10% de su capacidad cerebral. Esto catapulta la idea de que nuestro intrigante y laberíntico órgano gris posee el potencial de llevarnos a experimentar y desarrollar muchos de los “poderes” concedidos en la ficción a los superhéroes con los que tanto soñábamos ser de niños. La telequinesis, la levitación y la telepatía, entre otras habilidades, podrían ser estimuladas por medio de ejercicios y una gran fuerza de voluntad. Según esta teoría, algunos humanos poseen mayor facilidad que otros de desarrollar su potencial. Si nos pusiéramos escépticos, de todos modos podríamos considerar la posibilidad de que existen en el mundo muchas personas con sensibilidad marcada para percibir cambios en las actitudes y posturas de otros seres, ya sean humanos o animales, pudiendo de este modo imaginar qué está pensado este otro, por medio de la empatía principalmente.
Se han llevado a cabo estudios parapsicológicos como el del Dr Karl Zener, quien en 1930 diseñó una prueba orientada a comprobar la existencia de la telepatía y la clarividencia. Trabajó con voluntarios para su experimento, en el cual utilizó 25 cartas con 5 símbolos diferentes. En este diseño experimental se basa hoy la Prueba de Cartas Zener, donde un individuo (A) pensará en un orden aleatorio para los 5 símbolos y el otro individuo (B) intentará adivinar ese orden. Existen otras pruebas para comprobar poderes telepáticos en humanos, algunas de las cuales requieren práctica, como por ejemplo la que se realiza a través del sueño, contactando energías entre 2 personas que previamente acuerden el “encuentro”. Se denomina Técnica de los Contactos Planeados, y debe realizarse durante una semana, comenzando en Luna Nueva o Cuarto Creciente.
Existen corrientes astrológicas que aseguran que las personas, de acuerdo a su signo, tienen mayor o menor sensibilidad frente a la telepatía. Quienes posean la virtud de pertenecer a los signos de Géminis, Cáncer, Virgo, Escorpio, Capricornio y Piscis son telépatas casi innatos. Si perteneces a los signos de Aries, Leo, Sagitario o Acuario, con un poco de práctica podrías adquirir capacidades rápidamente. En el caso del resto de los signos, se requiere de mayores esfuerzos y práctica para desarrollar esta habilidad, pero nada es imposible. Con un poco de constancia y el grado justo de meditación se abrirán muchas puertas. “Persevera y triunfarás” reza un antiguo dicho popular.
Quizás existan, en algún rincón del universo, seres que hayan podido desarrollar este potencial y otros, por los cuales discute y debate tanto la humanidad.